Hallazgo estremecedor: encuentran oculto un cerebro humano de 2.600 años en excelente estado

Una cosa fascinante de la arqueología es que un hallazgo de hace casi 20 años puede estudiarse durante lustros hasta comprender totalmente su importancia.
Esto es lo que ha pasado con un cráneo descubierto en 2008 cuando se construía el nuevo campos de la Universidad de York. Los arqueólogos desenterraron esta pieza, pero lo impactante es lo que contenía.
El cráneo estaba enterrado en un pozo y en su interior tenía un cerebro humano sorprendentemente bien conservado. Por si fuera poco, había pasado más de 2.600 años bajo tierra.
El hallazgo no fue publicado hasta 2020 cuando el Journal of the Royal Society Interface defendió que era el cerebro antiguo mejor preservado del mundo.
Además, este descubrimiento ha abierto muchos interrogantes sobre la ciencia de la conservación biológica y las prácticas rituales de la Edad del Hierro en Eurasia.
El hallazgo que cambia la biología: el cráneo de Heslington
De vez en cuando se producen descubrimientos que pueden cambiar la historia de la Tierra y de la humanidad. Según algunos expertos, el cráneo de Heslington entra en esta categoría.
El cráneo se encontró en Heslington, en Yorkshire, concretamente en una zona que había sido un asentamiento humano permanente durante más de 2.000 años.
De hecho, en el lugar se encontraron pruebas de ocupación que databan desde la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro. Por ejemplo, viviendas circulares y otros vestigios de organización comunitaria.
Además, desenterraron diversos objetos pertenecientes a rituales, como un cuerpo de un ciervo sin cabeza en un canal de drenaje y astas de venado enterradas. Sin embargo, ningún hallazgo fue tan inquietante como el del cráneo humano.
El análisis forense determinó que el cráneo pertenecía a un hombre de entre 26 y 45 años, quien había sido ahorcado antes de ser decapitado con una herramienta afilada.
El corte en la base del cráneo era limpio y preciso, lo que sugiere que fue realizado por alguien con experiencia.
Tras la decapitación, la cabeza fue enterrada en el pozo sin que se hallaran rastros del resto del cuerpo, lo que apunta a una posible ejecución ritual o sacrificio humano, prácticas que ya se han documentado durante la Edad del Hierro.
¿Cómo puede un cerebro humano conservarse durante miles de años?
Obviamente, lo que más sorprendió a los expertos es el estupendo estado de conservación del cerebro dentro del cráneo.
Al examinarlo en el laboratorio del York Archaeological Trust, los científicos observaron un material amarillento en su interior.
A diferencia de otros tejidos blandos, que desaparecen rápidamente tras la muerte, la estructura del cerebro había sobrevivido, pero no estaba del todo intacta.
El tamaño original se redujo aproximadamente un 20%, pero lo increíble es que conservó todos los pliegues neuronales y una textura similar a la del tofu.
La teoría más extendida es que su buena conservación se debió a una combinación de factores excepcionales.
Por ejemplo, la decapitación inmediata pudo haber ayudado a evitar la proliferación de bacterias intestinales, que aceleran la descomposición.
Por otra parte, el entorno anóxico y la humedad del suelo también ayudaron a su preservación.
Sin embargo, el tejido no mostraba rastros de adipocira, la sustancia cerosa que se forma en cuerpos descompuestos en ambientes húmedos.